22 de mayo de 2011

Del por qué de los pasos y otras yerbas

No hay pasos que no dejen huellas, como no hay hombres que no dejen pasos en el tiempo.

Cada huella que deja un hombre, deja atrás una historia para contar. Conocemos bien los saltos que ha dado la humanidad en los últimos 5000 años de historia. Quedan por conocer los pasos que muchos de estos hombres han dado. Esta es una ciencia bien conocida en nuestra época. Los historiadores se dedican al análisis y descubrimiento de esas huellas en el tiempo.

Aquellos que admiramos la historia académica desde lejos, estudiándola, nos impresionamos al ver muchísimas ricas historias que aparecen navegando por internet, y que sin embargo estas carezcan de todo tipo de fuentes que las corroboren, asemejándose mas a un chisme que a una historia. No lo digo con el afán de desprestigiarlas, muchos encuentran entretenido la lectura de ellas, pero si los invito a dudar sobre la procedencia de las mismas.

Conocer historias a través de las fuentes mismas, de las huellas mismas mediante la cual llegan a nosotros, es un gran placer para aquellos que estudiamos la historia. Rearmar ese rompecabezas que significa el encuentro directo con las fuentes, y desde ahí armar un relato, es una tarea ambiciosa, más aún para humildes estudiantes o aficionados a la historia.

Uno se preguntaría si es tarea nuestra el análisis de esas fuentes, y la posterior construcción de un relato. Con tantos licenciados, doctores, o masters en historia dando vuelta por el mundo, solo tendríamos que relajarnos y leer sus obras. Lamentablemente el ser humano no se contenta con ver obras de los demás, y mas aquellos que nos sentimos apasionados por determinadas actividades.

Construir los relatos que serán publicados es un riesgo, el riesgo del error que persigue a todo estudiante. Pero este riesgo implica también un aprendizaje, y sin mas vueltas, disfruto atando los cabos de las cosas que acabo de leer. El verdadero riesgo radica en la publicación de los relatos. Si bien estos fueron realizados con mi mas grata honestidad, seguramente no estén exentos de errores. Pobres de aquellos que solo vean en sus creaciones la perfección, por que ellos si que no aprenderán.

Bienaventurados los que nos alegramos cada vez que nos descubrimos equivocados, y la única manera de llegar a la certeza de nuestro error, es publicándolo.

Aprendí mucho realizando los siguientes relatos, su publicación es solo para intentar captar el interés por la historia de aquellos que tropiecen de casualidad con este blog, y como ya detallé, para su posterior crítica. Por favor no confundan esto con historia académica, solo es uno de mis pasatiempos.

Muchas gracias.

3 comentarios:

  1. Muy interesantes, Blog, estaremos por aquí para ver los relatos que vayas publicando...
    Un saludo!

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  2. Seguro que tienes cosas muy interesantes que contarnos. Supongo que eres estudiante de Historia, ¿dónde estudias?
    Nos leemos, un saludo!

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